«No fue un momento de paz y amor, en el que nos abrazamos, pero a ninguno de los dos le interesa una nueva Guerra Fría», afirmó el mandatario estadounidense a la prensa en Ginebra, Suiza.
Además, explicó que no se trataba de confiar en él (por Putin) o no, se trataba de defender los intereses propios. «Como se suele decir: la prueba del postre está en probarlo», agregó.
Denuncias estadounidenses sobre presuntas interferencias electorales de Rusia y supuestos ataques cibernéticos contra la infraestructura de su país, fueron algunos de los temas charlados en la reunión.
En una conferencia difundida a través de las redes sociales, Biden explicó que no tolerarían los intentos de violación de la soberanía democrática o de desestabilización de las elecciones democráticas y que responderían».
Más allá de la tensión declarada que se mantuvo en la reunión, Biden sostuvo que el tono de la conversación fue bueno y positivo.
Con respecto a la situación del opositor ruso detenido desde su vuelta a Moscú, Alexei Nalvany, Biden señaló que le dejó ese tema en claro al presidente Putin y que continuará alertando sobre temas fundamentales de derechos humanos.
Fuente: www.ambito.com