En ese marco, el fundador de Morgan Creek Digital, Mark Yusko, llamó la atención sobre la destrucción del dólar causada por la interminable impresión de dinero por parte de la Reserva Federal. «El 39% de todos los dólares existentes se crearon en los últimos 12 meses», dijo, y añadió que el dólar estadounidense es «la mayor mierda de todas».
Para el inversionista Tim Draper, en diez años no habrá motivos para que las personas sigan utilizando la moneda fíat. Con bitcoin «sabes exactamente cuántos hay en circulación, es abierto, transparente y puedes usarlo en cualquier lugar sin problema», expresó.
En una línea discursiva similar habló Olaf Carlson-Wee, fundador de Polychain Capital. A juicio del joven empresario de 32 años, Bitcoin es una criptomoneda intuitiva y menos complicada que el dólar. Cree que “el tipo de dinero algorítmico informático reemplazaría a la moneda fíat centralizada”.
También señala que el dólar, como todo dinero fíat, tiene una forma silente de sustraer valor. «Todas estas políticas que conducen a la inflación son una especie de impuesto regresivo secreto. Quienes son propietarios de activos ven como se aprecian a través de la inflación», mientras que las personas que poseen dólares «son las que realmente son penalizadas e imponen impuestos a través de esa inflación», indicó.
Por su parte, Alyse Killeen, CEO de la firma centrada en bitcoin, Stillmark, explicó que con los sistemas centralizados de las monedas fíat las reglas son poco conocidas y las personas están obligadas a participar, incluso «no se sabe cuándo van a cambiar las reglas o cuándo va a cambiar la oferta monetaria».
Por el contrario, dijo que con Bitcoin eso no va pasar, ya que es un sistema de «reglas de software», verdaderamente descentralizado. «En Bitcoin, tenemos la oportunidad de construir realmente las finanzas descentralizadas (DeFi)», agregó.
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¿Cuánto valdrá el Bitcoin en el futuro?
El precio del Bitcoin fue otros de los temas centrales que se discutieron en la Bitcoin Conference 2021. Hoy la principal criptomoneda cotiza cerca de los u$s36.000, muy lejos del máximo de u$s65.000 que había alcanzado este año.
Los especialistas son optimistas, aunque creen que no es tan importante discutirlo en este momento.
Para Olaf Carlson-Wee, el precio de bitcoin llegará al u$s1 millón, pero al ser cuestionado sobre el tiempo que le tomará al criptoactivo llegar a ese punto, dijo que era difícil estimar, pero se arriesgó y expresó que eso sucederá en 3 o 4 años.
Tim Draper indicó que bitcoin llegará al precio de u$s250 mil para 2022 e inicios de 2023 y «posteriormente se estabilizará la volatilidad y aumentará mucho más a partir de ahí».
En contraste, Alyse Killeen dijo que, aunque espera que los precios de bitcoin aumenten como estiman Draper y Carlson-Wee, eso no es lo importante. «Lo que es importante es que sigamos avanzando en el espíritu de la descentralización y que sigamos apoyando o incluso fomentando más innovación en el ecosistema de Bitcoin para todos», concluyó.
La cofundadora de Lightning Labs, Elizabeth Stark, y la destacada analista macro Lynn Alden compartieron el escenario en un panel titulado «Bitcoin para miles de millones, no para multimillonarios».
«Hay miles de millones de personas en el mundo que no tienen acceso a los servicios financieros. Bitcoin es extremadamente importante», dijo Stark, y añadió: «Hemos oído muchas cosas malas sobre Bitcoin, pero a mí me importa mucho llevar esta tecnología a personas que no pueden entrar en Twitter, que ni siquiera hablan inglés».
«Cada década más o menos, hay nuevas víctimas para las deudas del gobierno», dijo Alden, añadiendo que deberíamos centrarnos más en los casos de uso de Bitcoin en lugar de únicamente en su atractivo como inversión.
«Hacer que la infraestructura de Bitcoin sea omnipresente» fue el siguiente tema que engalanó al Nakamoto Stage, con el CEO de Galaxy Digital, Mike Novogratz, y el cofundador de Paxos, Charles Cascarilla, dirigiendo el debate.
«Bitcoin ya es el activo más utilizado aparte del dólar estadounidense», dijo Novogratz, y añadió que es «tremendamente optimista» sobre la adopción institucional de las criptomonedas.
