Los vínculos entre el papa Francisco y Guzmán tienen un puente firme

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Al sumo pontífice y al ministro de Economía no solo los une Joseph Stiglitz, sino la promoción de la «Economía Social de Mercado», lo que muchos llaman el «Tercer Camino» entre el socialismo y el capitalismo.

Los vínculos entre el papa Francisco y Martín Guzmán tienen un puente sólido: Joseph Stglitz. El economista estadounidense es el promotor de las teorías de defensa de la intervención del Estado en los mercados y las políticas públicas y por ese camino transita a «Economía de Francesco». Guzmán llegó al Papa como discípulo del Premio Nobel. Antes de asumir como ministro de Economía era director del Programa de Diálogo de Políticas sobre Reestructuración de Deuda de la Universidad de Columbia e investigador asociado en la Escuela de Negocios de la misma Universidad, donde Stiglitz tiene montado su laboratorio de ideas. Ese think tank se bautiza Grupo de Investigación del Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico (INET, por sus siglas en inglés) y allí también tiene un asiento Guzmán.

Stiglitz y Francisco promocionan la «Economía Social de Mercado». Algunos la llaman el «Tercer Camino» entre el socialismo y el capitalismo. Surgida en Alemania, la ESM plantea una economía libre con progreso social asegurado por el Estado. Es conocida como el “capitalismo social” o “capitalismo del Rin”, por los modelos productivos alemán y francés, dos países atravesados por el río Rin. La ESM tiene por objetivo crear una economía con competencia, pero que combina la libre iniciativa con un progreso social asegurado por la capacidad económica, donde el Estado garantiza la competitividad y evitar el poder concentrado. La ESM respeta al libre mercado (formación de precios, propiedad privada y aspiración de ganancia), pero atribuye al Estado un rol intervencionista cuando es necesario resguardar el interés público.

Con esta hoja de ruta sobre la mesa, el pontífice animó al economista estadounidense a «impulsar encuentros y programas vinculados a los problemas actuales de la juventud a nivel global» junto a la fundación pontificia Scholas Occurrentes. Así fue que en mayo del 2019 Stiglitz y Guzmán mantuvieron un encuentro con el papa Francisco en su residencia de Casa Santa Marta, en el marco de una reunión de trabajo del INET y los directores de la fundación pontificia Scholas Occurrentes, José María del Corral y Enrique Palmeyro.

Guzmán participó de esa reunión antes de las PASO 2019 y las elecciones generales que consagraron a Alberto Fernández presidente. Es más, todavía ni estaba en la brújula del Frente de Todos para encabezar el Palacio de Hacienda.

En ese encuentro, que saltó a la fama por la foto de los participantes arrumados en una pequeña sala, casi chocando rodilla con rodilla, el papa y sus invitados coincidieron que “los problemas de ciertas formas de economía de mercado que no ponen los mercados al servicio de los pueblos sino a los pueblos al servicio de los mercados y exacerban el comportamiento individualista”.

«Es fundamental trabajar desde la educación en sistemas alternativos que no tengan como premisa la idea de idolatrar al dinero. Tenemos que tratar de desarrollar programas y estudios alrededor del concepto de economía circular, que contribuyan a una educación consciente de la sostenibilidad ambiental que requiere devolverle al ambiente lo que se le quita«, convocó Stiglitz.

«Si no, la humanidad va al suicidio», asintió Francisco.

En febrero de 2020, Guzmán volvió a estar cara a cara con el sumo pontífice en el Vaticano, en un encuentro en el que también estuvo la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Allí, el Papa afirmó que las deudas «no pueden pagarse con sacrificios insoportables», en un fuerte guiño a la posición argentina en busca de un acuerdo con el Fondo sobre el megacrédito tomado durante el gobierno de Mauricio Macri, que motivó los diálogos de esta semana de Guzmán con líderes de Europa.

El ministro disertó en el Seminario “Nuevas Formas de Solidaridad” organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales de Marcelo Sánchez Sorondo en el Vaticano. Durante el cónclave, Guzmán recibió el afectuoso saludo del papa Francisco, quien citó a Juan Pablo II al sostener que “no se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables”.

Jorge Bergoglio explicó ante ese foro que es necesario “encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y el progreso” y advirtió que “las personas empobrecidas en países muy endeudados soportan cargas impositivas abrumadoras y recortes en los servicios sociales a medida que sus gobiernos pagan deudas contraídas insensible e insosteniblemente”.

“Así como existe una corresponsabilidad en cuanto a este daño provocado a la economía y a la sociedad, también existe una corresponsabilidad inspiradora y esperanzadora para crear un clima de fraternidad y de renovada confianza que abrace en conjunto la búsqueda de soluciones innovadoras y humanizantes”, remarcó Francisco.

Pero esa no fue la única vez que el papa pidió reducir o condonar las deudas externas a los países más empobrecidos. La semana pasada, Francisco envió una carta al FMI y al Banco Mundial (BM) para solicitar una «reducción significativa de la deuda» a países pobres, en lo que consideró «un gesto profundamente humano».

«Un espíritu de solidaridad mundial también exige al menos una reducción significativa de la carga de la deuda de las naciones más pobres, agravada por la pandemia», planteó el pontífice en un mensaje enviado para las denominadas reuniones de Primavera de los organismos que se desarrollan de forma virtual.

El Papa quiere se genere de manera urgente “un plan de gobernanza global” que incluya, entre otros temas, “una participación efectiva en la toma de decisiones y facilitar el acceso al mercado internacional” por parte de las naciones más pobres y menos desarrolladas y que se reconozca la “deuda ecológica” que existe entre el Norte y el Sur.

En el Gobierno no ocultan el respaldo de Bergoglio a la Argentina en su proceso de renegociación de la deuda. Es más, hasta Alberto Fernández admitió públicamente que el papa «va a hacer lo que pueda para ayudarnos con la deuda». Francisco volverá a recibir a Guzmán este miércoles en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico, el recinto en el que suele encontrarse con los jefes de Estado.

(Fuente: Ambito)

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