El traspié en la última licitación y la consecuente mayor emisión monetaria encendieron una luz amarilla para la estrategia financiera oficial que procura acotar la impresión de nuevos pesos para evitar recalentar las tensiones cambiarias en meses de por sí más volátiles por las típicas tensiones preelectorales.
Si bien en julio se había incrementado la asistencia del Central y reducido el fondeo neto en el mercado, en los primeros siete meses del año, Economía había logrado cubrir sus necesidades en un 56% con emisión y en un 44% con deuda en pesos. Es decir, Martín Guzmán había logrado cumplir su programa financiero que consiste en fondearse a lo largo del año con una proporción del 60% y el 40% respectivamente. Los datos del comienzo de agosto siembran dudas sobre la continuidad de esa tendencia.
Para revertir esa dinámica, Economía revisa su estrategia de cara a las dos licitaciones que quedan en agosto. La próxima será el día 18 y será la primera que tenga a Rafael Brigo al frente de la Secretaría de Finanzas, luego de la salida de Mariano Sardi por problemas de salud. Como contó este medio, los funcionarios planean volver a ofrecer letras cortas (que estuvieron ausentes en la última subasta) y no descartan reabrir emisiones de bonos dólar linked.
En lo que va de 2021, el BCRA le giró al Tesoro $670.000 millones: $480.000 millones en concepto de utilidades y $190.000 millones en concepto de adelantos transitorios. En paralelo, Finanzas consiguió un endeudamiento neto de $311.431 millones.