La línea interna de la Unión Cívica Radical (UCR) de Entre Ríos, denominada UCR Activa, emitió un duro comunicado cuestionando el accionar de algunos intendentes radicales de la provincia. Bajo el título “Cambio oro por baratijas”, la agrupación interna criticó el supuesto «oportunismo de algunos intendentes tentados por algunos funcionarios con afiliación radical que cambian cercenamiento de derechos y la legitimación de un modelo político que ataca la democracia y la república, persigue a la cultura, castiga a los científicos y demoniza a los pobres a cambio de obras para garantizar su reelección».
En el comunicado completo, UCR Activa Entre Ríos se refirió a la frase de Hipólito Yrigoyen, señalando que debería ser la «brújula moral del radicalismo». Sin embargo, lamentaron que «una parte de los intendentes radicales entrerrianos parecen haberla olvidado, privilegiando la gestión y las obras por sobre los principios que dieron identidad a nuestra fuerza política».
Si bien reconocieron «excepciones honorables que mantienen la dignidad y defienden los valores partidarios», advirtieron sobre una «tendencia preocupante» de «entregar convicciones a cambio de dádivas, en un pragmatismo que termina debilitando la esencia misma de nuestra política».
La agrupación recordó la postura de algunos dirigentes en 2019 y señaló que «esa misma lógica pragmática -vestida de astucia- se estaría repitiendo hoy, con algunos nombres nuevos, como Azcué y Medina, pero idéntico oportunismo, frente a un gobierno nacional autoritario, mesiánico y destructor».
Según el comunicado, los intendentes estarían siendo «presionados y tentados por funcionarios con ficha de afiliación radical que forman parte del gobierno provincial y actúan como operadores para La Libertad Avanza», a quienes describieron como «promotores de la entrega y la descomposición política».
UCR Activa enfatizó que «lo más grave no es sólo el silencio cómplice sino el precio que pagan sus comunidades: cada obra gestionada bajo esas condiciones será recordada no como progreso, sino como moneda de cambio de una sumisión que implica el cercenamiento de derechos y la legitimación de un modelo político que ataca la democracia y la República, persigue a la cultura, castiga a los científicos y demoniza a los pobres».
La línea interna consideró «profundamente incoherente» que los intendentes apuesten a recibir obras ante el contexto de un gobierno nacional que ha «recortado en un 82% la inversión en obra pública» y reducido la coparticipación. Para UCR Activa, esta expectativa se basa en una «base económica que no existe, reflejando un pragmatismo desinformado o interesado que contradice cualquier sentido responsable de la gestión pública».
Finalmente, el comunicado concluyó que «priorizar la infraestructura por sobre los valores no es gestión sino capitulación» y que los intendentes estarían claudicando ante un proyecto que «desprecia la historia, la ética, las instituciones y odia al radicalismo». Subrayaron que «ninguna obra justifica avalar políticas que destruyen la democracia, el federalismo y los derechos humanos y laborales», insistiendo en que están «cambiando oro por baratijas».
UCR Activa Entre Ríos instó a los intendentes a «salir de las oficinas y hablar con sus vecinos» para explicarles la «gravedad del momento político» y lo que implica «aceptar dinero para obras o mejoras», recordando los principios doctrinarios del partido: «No hay orden sin justicia ni justicia sin libertad. Ningún poder es legítimo si no se halla subordinado a los principios».
