Tras un breve discurso ante varios miles de sus partidarios reunidos frente al aeropuerto, Poroshenko se dirigió a un tribunal de Kiev para una audiencia en la que debía decidirse si se ordenaba su prisión preventiva.
Durante la sesión, la Fiscalía pidió al tribunal que autorice el arresto del expresidente -un duro opositor al pro-occidental Volodimir Zelenski- o que le imponga una fianza de unos 30 millones de euros acompañada de la imposición de una pulsera electrónica. Además, pidió a los jueces que obliguen a Poroshenko a permanecer en Kiev y a entregar su pasaporte.
El Gobierno “nos tiene mucho miedo”, había declarado Poroshenko antes de la audiencia. “Ha dirigido todos sus esfuerzos no a la protección del Estado contra el agresor (ruso), sino a la lucha contra la oposición”, afirmó ante un millar de sus partidarios delante del tribunal.
Acompañado de sus abogados y varios diputados en la sala del tribunal, el exmandatario acusó además a las autoridades de favorecer a Rusia con las acusaciones en su contra.
El enemigo “quiere vencernos desgarrando a nuestro país y sembrando el conflicto”, declaró.
Poroshenko acusa a su sucesor de haber ordenado su enjuiciamiento para “desviar la atención” de los verdaderos problemas del país.
El expresidente de 56 años es el principal rival del actual mandatario y uno de los hombres más ricos de Ucrania.
Sospecha
Las autoridades sospechan que durante su presidencia tuvo vínculos comerciales con los separatistas prorrusos del este, lo que constituiría un acto de “alta traición”.
Las autoridades sospechan que durante su presidencia (2014 a 2019) facilitó la compra de carbón a empresas del este de Ucrania, controlado por los separatistas prorrusos, en guerra con Kiev, por lo que en diciembre anunciaron que era sospechoso de “alta traición”, un delito que se castiga con 15 años de prisión.
Los hechos se remontan a 2014 y 2015 y suponen unos 54,8 millones de dólares.
Ucrania vive desde 2014 un conflicto en el este del país entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos que ha dejado más de 13.000 muertos y que comenzó después de que Moscú anexara la península de Crimea.
Contexto
El enfrentamiento se produce mientras Ucrania teme una invasión de su vecina Rusia, que lleva meses concentrando tropas y blindados en sus fronteras.
Moscú niega cualquier plan de ofensiva militar, pero exige que los estadounidenses y los europeos se comprometan a no aceptar nunca el ingreso de Ucrania en la OTAN bajo pena de represalias y hasta de un despliegue de fuerzas militares en Cuba y Venezuela.
En este contexto, Kiev acusó el domingo a Rusia de estar detrás de un gran ciberataque que tuvo como objetivo las páginas web de varios ministerios la semana pasada. Eso derivó en un acuerdo de ciberseguridad entre Ucrania y, precisamente, la OTAN.
Poroshenko, cuya fortuna está estimada en 1.600 millones de dólares por la revista Forbes, dirigió el país de 2014 a 2019 antes de ser derrotado por Zelenski.
El expresidente, que ahora es diputado, se ha visto implicado en decenas de casos judiciales. En diciembre, las autoridades anunciaron que era sospechoso de “alta traición”.
Poroshenko rechaza las acusaciones y Estados Unidos, principal aliado de Ucrania frente a Rusia, dijo que “sigue de cerca” el caso.
Su regreso recuerda el del opositor ruso Alexéi Navalni a Moscú hace exactamente un año. Navalni se encuentra detenido desde entonces.
Fuente: www.ambito.com