El ex presidente cenó con los principales dirigentes del PRO y dijo que la prioridad es la lista única, pero anticipó que no impedirá las Paso. Enojo radical.
Ante 20 dirigentes del PRO que pagaron 2.300 pesos por una cena de dos horas, Mauricio Macri pidió «trabajar» en una lista de unidad de Juntos por el Cambio, con el PRO liderándola, «articulando»; y confirmó que en caso de no haber acuerdo, la salida serán las Paso.
La cena duró unas dos horas, y se hizo en el restaurante de «la posada», en el viejo casco de la estancia propiedad de Alex Zuberbühler, donde Macri se alojó durante varios días junto a su familia para jugar al golf, rutina que interrumpió este miércoles a la noche cuando recibió a la conducción y principales legisladores de su partido.
Formaron para la foto Gustavo Santos, virtual número puesto por el PRO para liderar la boleta de las legislativas; Laura Rodríguez Machado, quien busca la reelección en el Senador; Javier Pretto, presidente del partido y anotado para Diputados; Oscar Agost Carreño y Agustín de la Reta, de la vieja guardia de la Ucedé Córdoba; la diputada nacional Soher El Sukaria, valorada por su trabajo en la construcción territorial; Eduardo «el Gato» Romero, intendente de Villa Allende; entre otros. A la foto no llegó Héctor Baldassi, otro que con altos niveles de popularidad en las encuestas busca ser reelegido en Diputados.
Según relataron comensales, Macri tuvo dos definiciones: el objetivo es la unidad, pero si no ocurre, están las Paso; y que el PRO debe liderar Juntos por el Cambio en Córdoba. «Los cordobeses me quieren a mí», fue el mensaje del expresidente, quien interpreta que los votos le pertenecen. Hubo también un llamado a construir «territorialidad» en el interior provincial, donde el PRO comanda sólo ocho municipios pequeños (con excepción de Villa Allende).
«Mauricio transmitió que hay 200 intendentes que no pueden renovar sus mandatos en 2023 y ahí es la apuesta de construcción», indicó un comensal. Hace referencia a la ley 10406, promulgada en enero de 2017, que fijó límites de reelección en todos los cargos provinciales. Intendentes y legisladores presionan desde hace meses para derogarla o suspender los plazos, un capítulo político que aún no está cerrado. «La interpretación que hace Mauricio es que en 2023 Shicartti se va a la casa, y se lleva con él a la vieja guardia del peronismo», insistió el comensal.
La «habilitación» de las Paso por parte de Macri y la orden de que sean amarillos quienes lideren las boletas tensionó a algunos radicales, quienes realizaron críticas públicas y privadas. Entre las primeras estuvo la de Dante Rossi, legislador provincial y referente de la rama alfonsinista del partido: «Macri vuelve a subestimar a los cordobeses al intentar digitar el proceso electoral de las Paso. En Córdoba, sin injerencias de Buenos Aires, vamos a resolver si acordamos o utilizamos el mecanismo de internas abiertas para definir candidatos. Fue ese dedo el que promovió la división en 2021 y facilitó el triunfo de Schiaretti».
Y remató: «El PRO en Córdoba deberá optar si integra una coalición que busca mejorarle la calidad de vida a la gente con un gobierno mucho mejor, o aspira a ser la fotocopia de Hacemos por Córdoba». Rossi es uno de los dirigentes que la máquina del tren debe ser radical. En ese sentido, en la UCR recuerdan que los presidentes de los cuatro partidos que conforman Juntos por el Cambio en Córdoba firmaron una «carta de intención» de llegar a las Paso con una lista de unidad.
«Al que hay que disputarle los espacios es al peronismo, no al radicalismo; esperemos que Macri no pretenda cerrar un acuerdo con Schiaretti para 2023. Por ahora es una buena señal que haya ratificado que la lista de unidad es la prioridad», es el análisis que hace un estratega del partido tras conocer el contenido «político» de la cena.
El «electorado compartido» entre Macri y Schiaretti fue uno de los temas de conversación mientras comían la carne al horno que sirvieron en Potrerillo de Larreta. «Al analizar la coyuntura nacional, Mauricio señaló lo distinto que es Córdoba del resto del país y la complejidad que esto implica para el PRO; el hablarle a un electorado compartido con el peronismo», indicó otro comensal, quien confirmó que la orden es «consolidar» al PRO en el interior, donde el radicalismo saca amplia ventaja en el número de intendentes.
Falta un tercer jugador, el Frente Cívico de Luis Juez, quien se reunirá con Macri en el aeropuerto, antes de que el expresidente abandone Córdoba. Juez amaga con ir a Paso si él no es el candidato de la unidad.
En 15 días, Macri regresará a Córdoba a presentar «Primer Tiempo», con nuevas encuestas en la calle. Entonces, promete, habrá entrevistas y reuniones políticas. Será un buen termómetro para medir la intensidad del enojo radical.
Fuente (La politica online)