La última vez que discutieron en privado del futuro del PRO fue antes del cierre de listas de 2021.
Los colaboradores más estrechos de Horacio Rodríguez Larreta le sugieren que llame a Mauricio Macri para terminar con la interna del PRO y lograr su bendición para la candidatura presidencial.
La última vez que el jefe de gobierno y el ex presidente discutieron en serio sobre el futuro del PRO fue antes del cierre de listas del año pasado.
Luego de esa reunión Larreta pudo imponer a María Eugenia Vidal en la Ciudad y a Diego Santilli en la provincia, entre otros cierres, y Macri se fue a Europa. Desde entonces no volvieron a debatir sobre la estrategia del partido y sólo intercambian mensajes sobre la logística de los actos.
No es casual que la interna entre ambos se ensanchara luego de un año de no hablar de política. Al punto que Macri juega con el misterio de volver a ser candidato, pese a que en buena parte no sólo del PRO sino de Juntos por el Cambio creen que en 2023 se debe presentar Larreta.
Y pese a que la lectura que comparten en la cúpula del frente opositor es que Macri no va a ser candidato, en el larretismo creen que algunos de los dirigentes más «nuevos» del espacio se confunden con los dardos que tira el ex presidente acaso sólo por diversión.
Por eso en el entorno del jefe de gobierno le piden que él mismo lo llame para tener una conversación que seguramente puede tener momentos de tensión, pero que no debe postergar más.
En Uspallata creen que lo que está haciendo Macri con la amenaza de su candidatura es más que nada una presión a fondo para condicionar a Larreta de cara a un eventual gobierno. Por eso dicen que Larreta debería abrir él mismo la negociación.
El jefe de gobierno reestructuró su equipo de mayor confianza. Ascendió a Federico di Benedetto es uno de sus principales estrategas y lo acompaña en sus recorridas por el país. Este jueves estuvo en el encuentro en Pilar de Larreta con los referentes territoriales del Pro en el Conurbano.
Jorge Macri es otro de los dirigentes que Larreta sumó a su mesa chica, en lo que se entiende en el PRO como un guiño al ex presidente. Al jefe de gobierno le reconocen que pudo evitar que la llegada del intendente de Vicente López al gabinete porteño le causara problemas con el resto de sus aliados.
En dipalogo permanente con Emilio Monzó, Larreta también reposa en el mendocino Omar de Marchi para el armado en el interior. Otros históricos colaboradores de Larreta como Eduardo Machiavelli y Fernando Straface tienen nuevos roles. El canciller porteño pasará a ser una especie de vocero de algunos temas.
Lo que comprenden en el equipo de Larreta es que a difenrencia de Macri, el jefe de gobierno es un operador político desde hace décadas y cierra los acuerdos por su cuenta. En ese sentido avanzó en el entendimiento con el jujeño Gerardo Morales y el cordobés Juan Schiaretti, dos figuras claves para darle volumen al espacio a nivel nacional.
Fuente (La politica online)