El 52% de lo adjudicado se concentró en una letra a tasa fija que ofrecerá un rendimiento anualizado del 37,98% y vencerá el 29 de octubre, previo a los comicios legislativos de noviembre.
El segundo instrumento más demandado (que acaparó casi el 20% de la colocación) fue un bono con vencimiento en mayo de 2022, que puede ser utilizado contra encajes por parte de los bancos.
Paralelamente, Finanzas ofreció otras dos letras a tasa fija, con vencimientos en diciembre de este año y enero de 2022, y rendimientos del 39,49% y 40,49%, respectivamente.
A diferencia de las primeras licitaciones del año, en las cuales dominaban los instrumentos indexados por inflación (CER), en esta rueda solo el 9,6% correspondió a una letra de este tipo, que vence en marzo del año próximo.
En lo que va del mes, la cartera recientemente dirigida por Rafael Brigo obtuvo un rollover del 105,5%, algo por debajo del porcentaje que venía exhibiendo en los meses previos.
A raíz de los magros resultados de la licitación anterior y los exigentes compromisos por vencimientos de deuda, el Banco Central le transfirió el pasado el 11 de agosto otros $40.000 millones al Tesoro para el financiamiento del déficit. De esta manera, la asistencia monetaria de agosto ya alcanzó los $200.000 millones (0,5% del PBI) y es la mayor desde diciembre de 2020. En lo que va del año, el Tesoro recibió $710.000 millones (1,7% del PBI),
El financiamiento neto acumulado en 2021 es cercano a los $400.000 millones, lo que implica un ratio de rollover del 120%.