En el último año creció notablemente el número de construcciones con el sistema de Steel Frame. El metro cuadrado de obra gris –sin acabados– ronda los 30.000 pesos, mientras que el metro cuadrado finalizado, los 90.000.
El período de aislamiento obligatorio invitó a la gente a observar con mayor detenimiento los detalles de sus casas y comenzar procesos de refacción. Invertir en construcciones fue uno de los puntos altos de la pandemia, ya que la corset en los gastos recreativos, los viajes y el alto precio del dólar blue, llevaron a que la gente disponga de un capital ocioso para edificar o agrandar la casa propia. En este marco, la construcción en seco, más específicamente el Steel Frame, aumentó considerablemente su demanda en Paraná.
El Steel Frame es un sistema que utiliza perfiles de acero galvanizado conformados en frío para la construcción de obras de distintos tipos y escalas. Es un sistema caracterizado por su flexibilidad, durabilidad y eficiencia energética. Además, según fuentes consultadas, las principales características que llevan a los clientes a inclinarse por este sistema son los cortos tiempos en los plazos de concreción de la obra y la limpieza que supone el proceso de instalación, en comparación con la construcción tradicional.
Del mismo modo, dentro de las bondades está la capacidad de aislación que posee este moderno tipo de edificación. Permite generar ahorros en cuanto a electricidad, pensando en aires acondicionados, y en gas a la hora de calefaccionar los ambientes en temporadas de bajas temperaturas. Según estudios estructurales, una pared de Steel Frame equivale una de ladrillo de, aproximadamente, un metro de grosor.
Demanda
En relación al 2019, antes de la pandemia, la demanda de obras en Steel Framing aumentó más de un 50%. Según comerciantes del rubro, el 2020 fue el “boom de la construcción” y aún sigue manteniéndose en cifras altas. Entre los principales clientes que se asesoran por este sistema de construcción en seco, están los jóvenes, ya que han tenido acceso a la información de antemano y buscan innovar en sus proyectos.
En referencia a costos, el Steel framing tiene dos etapas. Con lo que respecta a obra gris –sin acabados y/o revestimientos- el metro cuadrado ronda alrededor de los 30.000 pesos. Por otra parte, el metro cuadrado de una obra cuya modalidad de entrega sea finalizada o lista para habitar, se encuentra en los 90.000 pesos.
No obstante, una de las contrapartidas de esta forma de construcción reside en la disponibilidad del capital a corto plazo por parte del cliente, ya que una obra estándar de 70 u 80 m2 no supera los seis meses desde el inicio del proyecto hasta su conclusión. “En costos, todavía no hay una diferencia con la construcción húmeda”, aseguró Fernando Mendiburu, titular del Centro de la Construcción en Seco (CES).
Por su parte, Matías Secchi, socio del grupo Steel Holding, explicó que una de las mayores preocupaciones de los compradores está relacionada a “lidiar el menor tiempo posible con los albañiles o instaladores”. En el caso de la construcción tradicional, los tiempos largos conllevan un mayor lapso de interacción con los constructores y afirmó que “la gente se termina cansando”. En el caso del Steel, los tiempos de ejecución son un 70% más rápidos.
Volviendo a las ventajas del sistema, la previsibilidad es un punto fuerte. Las obras son proyectadas por arquitectos y profesionales del rubro y tiene la particularidad que los cálculos de materiales son exactos, es decir, es altamente probable que no haya que disponer de capital extra al estipulado en el presupuesto.
Cuesta arriba
Si bien actualmente todo tiende a ser favorable, el precio de los materiales creció de manera constante en los últimos meses. Según Secchi, “en algunos materiales hubo más de un 100% de inflación”, tomando como referencia los números interanuales del sector.
En el caso de Steel Holding, los proyectos inician al momento de que el cliente abona una suma que representa el 70% del total. “Con esos montos nos aseguramos congelar el precio de los materiales”, afirmó el encargado de ventas.
En línea con esto, Mendiburu detalló que un gran problema es el monopolio del hierro en Argentina. “En lo que va del año, aumentó más del 50% el precio de la perfilería”, manifestó.
A su vez, el socio del CES se mostró muy disconforme con respecto a la poca oferta crediticia que existe en el país. “El crédito es lo que moviliza a todo el sector de la construcción”, recordó.
La otra parte
Actualmente, si bien existen grandes empresas constructoras –Steel Holding, Steel Paraná, entre otras, que innovan y brindan un servicio completo– la mano de obra se encuentra también tercerizada hacia profesionales independientes que encuentran en este método constructivo una salida laboral.
Brian Avellaneda, instalador del rubro, explicó que todavía no hay gran cantidad de mano de obra “calificada y profesionalizada” para llevar a cabo proyectos de cierta envergadura. En su caso, siendo albañil de profesión, vio la necesidad de especializarse a través de cursos y aseveró que “es el tipo de construcción del futuro”.
“El tope al precio de la mano de obra lo ponen las grandes empresas”, acotó el trabajador.
Por último, dada su experiencia en el rubro de la construcción, reveló que en el Steel Frame, a diferencia de la edificación tradicional, se necesita de mucha precisión, ya que el sistema casi no permite la posibilidad de “arreglar sobre la marcha”.