El Papa Francisco decidió expulsar de la Iglesia Católica a Justo José Ilarraz, el cura que fue condenado a 25 años de prisión por abusos y corrupción de menores en el Seminario de Paraná.
Según el comunicado con fecha del 11 de diciembre al que accedió AHORA, la Diócesis de la Santísima Concepción del Tucumán informó que el Santo Padre “ha dispuesto la expulsión del estado clerical del sacerdote”, tras una investigación interna.
“El Obispado de la Santísima Concepción de Tucumán comunicó que “después de realizarse un Proceso administrativo Penal contra el Pbro Justo José Ilarraz en este diócesis, por delitos contra el sexto mandamiento con menores de edad (m. pr. Sacramentorum sanctitatis tutela art. 6 1, 1°), encomendado al Tribunal Interdiocesano Bonaerense, y luego de elevarse el Recurso del acusado al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, este organismo determinó presentar el caso al Santo Padre, quien ha dispuesto la expulsión del estado clerical del mencionado sacerdote“.
Finalmente, se expresa que “como diócesis de la Santísima Concepción mantenemos nuestro compromiso por la búsqueda de la verdad y la justicia, condenamos toda clase de abuso y acompañamos con nuestra oración a las víctimas“.
Condena de Ilarraz
El sacerdote Justo José Ilarraz fue condenado en 2018 a 25 años de prisión por abuso y corrupción de menores contra siete menores durante su etapa como prefecto de disciplina y guía espiritual en el seminario Nuestra Señora del Oráculo de Paraná, entre 1985 y 1993.
El tribunal estuvo integrado por Alicia Vivian, Carolina Castagno y Gustavo Pimentel. Durante el largo proceso judicial, se escucharon desgarradores testimonios de las víctimas, quienes revelaron cómo fueron los abusos.
Ilarraz fue suspendido por la Iglesia en 2012 para oficiar misas en público, pero antes, en 1993, el entonces arzobispo de Paraná, Monseñor Estanislao Esteban Karlic, lo autorizó para que viajara a Roma.
Entre las pruebas contra el presbítero hay una carta del Vaticano que revela que en una confesión realizada en 1997, el sacerdote reconoció los abusos y mostró arrepentimiento ante el Tribunal Eclesiástico.
Ilarraz confesó ante la Santa Sede haber tenido “relaciones amorosas y abusivas con seminaristas menores”, indicaron voceros de los tribunales que detallaron que el escrito es copia de una carta del 18 de enero de 1997.
