En ese marco, en la bolsa porteña los Cedears de Vale treparon un 5,6%; los de Barrick Gold, un 4,7%; y los de Yamana Gold, un 3,7%.
«Realmente aún no hemos visto un fuerte repunte en los rendimientos del Tesoro», dijo Edward Moya, analista de mercado senior de OANDA.
A pesar del optimismo económico, parece poco probable que los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal abandonen su postura expansiva y el temor a la inflación deberían de impulsar el oro, añadió Moya.
La Fed tiene previsto mantener los costos de endeudamiento cerca del 0% y sus compras mensuales de activos por valor de u$s120.000 millones hasta que vea un «progreso adicional sustancial» hacia el pleno empleo y su objetivo de inflación flexible del 2%.
Los retornos de la deuda del Tesoro a 10 años bajaron. Además, el índice dólar cayó un 0,4%, lo que hizo que el oro fuera más atractivo para quienes usan otras divisas.
En un momento de fuerte estímulo gubernamental, el oro se considera una cobertura contra la posible inflación, pero los elevados rendimientos del Tesoro han restado este año atractivo al lingote que no rinde intereses.
«El oro está empezando a moverse por las crecientes presiones inflacionistas (…) podría superar los u$s1.850 en el próximo mes», dijo el analista de ED&F Man Capital Markets Edward Meir.
El paladio cayó un 1% a u$s2.943,37 por onza, después de haber alcanzado un máximo histórico de u$s3.017,18 el martes, debido a la escasez de oferta del metal para catalizadores de automóviles. Por su parte, la plata subió un 3,2% a u$s27,34 la onza, tras haber alcanzado un máximo de más de dos meses de u$s27,45. El platino ganó un 2,1%, a u$s1.250,74.