Por Néstor Belini (*)
Mientras la sociedad entrerriana está pensando en otras cuestiones relevantes como prepararse para terminar un año difícil y comenzar el que viene con menos expectativas de mejora que el que se está yendo, los actores de la escena político judicial entrerriana juegan al Gran Bonete. Todos se pasan el problema pero nadie se hace cargo.
El escenario político judicial de la provincia tuvo durante los últimos diez días importantes movimientos que aportan indicios de que nada está tranquilo en la amplia zona de Plaza Mansilla. El pedido de juicio político que habilitó la Cámara de Diputados contra la vocal del Superior Tribunal de Justicia, Gisela Schumancher, y la apertura de jury contra la suspendida jueza de Familia de Diamante, son uno de los ejes por el que transcurre en Entre Ríos el curioso diálogo entre Política y Justicia.
Respecto del juicio político a Schumacher, la reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales Juicio Político y Peticiones, Poderes y Reglamento de la Cámara de Diputados que abordó el martes 13 el pedido que formalizó el denunciante, el intendente de Santa Elena, Daniel Rossi, generó suspicacias por el hermetismo por el que optaron los legisladores en el tratamiento del pedido.
Solo trascendidos de lo que se abordó en una reunión en la que se dispuso que no estén presentes los asesores de los legisladores. La pregunta que quedó pendiente de respuesta fue si había temor de que se filtrara lo que allí se habló, que no debía filtrarse sino darse a conocer a la sociedad a través de la prensa de la Cámara que es muy dinámica a la hora de informar. El interrogante fue evacuado en los hechos, precisamente con la falta de información o repercusión de la decisión de abrir el proceso contra la vocal. Hay silencios que hablan.
Etienot decidió otra estrategia. Salió a hablar en los medios, que les dieron una “linda” difusión a las manifestaciones que brindó en un programa de televisión. Allí, sostuvo que la vocal del STJ, Susana Medina, tendría una animosidad hacia ella porque en una ocasión, mientras ella era vice intendenta de Paraná, le negó un subsidio a Medina para viajar a Nueva York a un congreso. Sería importante que si tiene pruebas que demuestren que aquello fue como ella lo refiere, las aporte porque cabría abrir una investigación. Si no es así, quedará, como otro intento de victimización.
También habría que despejar por qué una vocal que percibe un elevadísimo salario y cuenta con otros medios y mecanismos institucionales para solicitar un subsidio para viajar a un congreso representando a la Justicia entrerriana acuda a Etienot, que era vice intendenta de Paraná, en la gestión de Sergio Varisco, desempeño que en lo funcional no dejó mucho, pero sí cruces en el Concejo Deliberante con sus propias concejales que deberían ser estudiados por quienes se especializan y se preocupan en la temática de violencia de género.
Etienot refirió en la entrevista a lugares comunes que son motivo de controversia en el ámbito político judicial desde mucho tiempo atrás. Entre aquellos se encuentra la situación del Consejo de la Magistratura. “Bloqueemos el Consejo de la Magistratura, así no pueden venir más jueces independientes. Y a nosotros los debilitamos por medio del Jury. No queremos gente que piense por sí sola”, expresó.
Tal vez, y sólo como una hipótesis se podría pensar que el bloqueo o la demora en, por ejemplo, dar respuesta a concursos que se celebraron al menos un lustro atrás no encontraría sus motivaciones en la supuesto de Etienot sino en los intereses de otros actores.
En este sentido habría que preguntar quién se beneficia con el bloqueo y la dilación. Como aporte, hay al menos 20 fiscales interinos que no tendrán oportunidad de titularizar en el cargo que aún hoy, a cinco años del concurso en el que perdieron la oportunidad de ratificar sus competencias en el examen ante el CM, ejercen sin que nadie ponga en duda la legitimidad de su acceso a trabajar como sucede con los trabajadores del Estado que se desempeñan fuera del Poder Judicial. Aquellos funcionarios ingresaron al Poder Judicial sin el correspondiente concurso por una decisión del procurador general.
Etienot también expresó en la entrevista que “todos aquellos que, como una, consideramos que los miembros del Superior Tribunal de Justicia no son nuestros jefes, no son nuestros superiores, sino que son instancias superiores, son revisores de nuestra sentencia, y comulgamos con otra forma de ejercer el derecho o nuestra magistratura… y la verdad estábamos expuestos a una domesticación interna o a estos arrebatos arbitrarios del Jury”.
Aquella manifestación habla más de cómo entiende las relaciones institucionales Etienot que de la supuesta conducta de los “superiores”. Y sí, son instancias revisoras de sentencias de jueces de etapas previas. Ahí radica el control de los actos de aquellos jueces y la garantía de los ciudadanos de que las sentencias que los comprenden sean revisadas propendiendo a una mejora calidad institucional. Siempre hay una parte que obtiene lo que pretendió y otra que no. Así funciona. Considerar “domesticación interna” y “arrebatos arbitrarios del jury” es un exceso que no se corresponde con la realidad. Exceso discursivo que solo existe en los medios de comunicación.
Mientras el diálogo entre Política y Justicia transite por aquellos carriles y con aquellos argumentos será muy difícil mejorar la calidad de las instituciones entrerrianas. Las sospechas que Etienot desplegó sobre el STJ son “rumores” que se repiten hace décadas sin que nadie tome el serio tema. El CM no funciona desde hace décadas.
En ambos casos las responsabilidades no están exclusivamente en “un bando” sino que son compartidas y se mueven al calor de los tiempos políticos judiciales que son variables según la coyuntura. Todo lo otro es tratar de entender complejas dinámicas como si se fuera un niño caprichoso o se buscara desinformar para construir nuevas hegemonías en el Poder Judicial. Solo hay que saber mirar y ver quién trajo a la Política la mentira como medio de construir poder y se entenderán muchas cosas más.
(*) Periodista