Si bien los diferenciales entre los rendimientos de la deuda estadounidense a 10 años y los «bunds» alemanes se han acortado ligeramente a 193 puntos base desde los 200 puntos de inicios de mes, siguen mucho más altos que los 150 puntos vistos a comienzos del año.
Hasta el momento abril es un mes caracterizado por cotizaciones de «reversión a la media» entre las principales monedas, lo que llevó al yen y al euro a recuperar buena parte de las drásticas pérdidas de marzo. Incluso las monedas de países exportadores de materias primas se recuperaron.
En un factor que exacerba la baja del dólar, las presiones inflacionarias en EEUU presentaron un avance generalizado tras datos que mostraron que los precios al consumidor subieron en marzo un 2,6%, su ritmo más acelerado en ocho años y medio.
No obstante, ese aumento no se traduce en expectativas de un ajuste de la política monetaria anticipado de la Reserva Federal, y por el contrario avivó la demanda por más deuda estadounidense, ya que los inversores creen que las presiones inflacionarias son transitorias.
El índice dólar bajaba un 0,1% frente a una cesta de monedas rivales, a 91,75 unidades, su menor nivel desde el 19 de marzo. Tras tocar un pico de cuatro meses y medio de 93,43 unidades a fines del mes pasado, la divisa estadounidense ha declinado un 2%, en línea con la caída del retorno de los bonos.
El dólar era particularmente vulnerable ante el yen y el euro, ya que la moneda europea se aprestaba a superar el umbral psicológico de 1,20 dólares por primera vez desde inicios de marzo.
Entre las criptomonedas, el bitcoin marcó un máximo histórico de 64.895 dólares antes del debut en bolsa de la firma operadora de monedas digitales Coinbase este miércoles.