El «Compre argentino» y la baja de tasas empujan la recuperación industrial

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Los datos de empleo en mayo habían mostrado una desaceleración pero el sector volvió a repuntar con un salto del 10,5% en junio.

Las estadísticas de la reactivación industrial recabaron un crecimiento del 10,5% en el mes de junio respecto de mayo, mes en el que el regreso de las restricciones había generado dudas sobre la continuidad de la recuperación económica.

Luego de dos meses con valores intermensuales en rojo, el dato del Índice de Producción Industrial (IPI) Manufacturero del Indec no solo mostró un repunte, sino que también reflejó una mejora del 19,1% respecto de igual mes de 2020 y sirve de sustento para lo que el ministro de Desarrollo Productivo destaca en los encuentros con gobernadores: el empleo en el sector se sigue recuperando y supera los niveles de 2019. En efecto, en términos de nivel de actividad, en junio el registro fue 8,5% superior al del último año del gobierno de Macri; y 3,5% mayor que el de 2018.

Así y todo, los números de recuperación del empleo industrial seguían demorados respecto de la mejora en la producción. En el mes de abril, la mejoría era de apenas 1,9% respecto de igual mes de 2020, el más severo de la cuarentena. Y en mayo -último dato consolidado disponible-, por primera vez en catorce meses el empleo anotó una caída y redujo la mejora interanual a solo el 0,6%.

En cambio, las estimaciones de junio dan cuenta de una mejora y ese es el mensaje que el ministro Kulfas les hace llegar a los gobernadores: el empleo industrial está incorporando mano de obra de los grandes conurbanos. Así, por ejemplo, en Santa Fe, en el 95% de los departamentos el empleo industrial estaba en alza.

En el Gran Córdoba, los números de empleo hasta el primer trimestre mostraban la misma tendencia: 10 mil empleos más que en igual momento de 2020 y 2 mil empleos (0,3% más) que en 2019.

En el gobierno enfatizan el contraste: en 48 meses de gestión de Macri, 46 fueron con reducción del empleo industrial. Con Alberto Fernández, incluso tras la pandemia, el sector acumula 12 meses con recuperación. Y enfatizan el caso del sector automotriz y también el de la fabricación de electrodomésticos de línea blanca como ejemplos no solo de rebote en el nivel de actividad, sino de crecimiento con empleo, en especial por la capacidad de tracción de las pymes industriales.

«Con nosotros la industria crece. Consideramos que hay que apostar a la industria porque sin industria no hay futuro», aseguró Martín Guzmán en su paso por San Juan este jueves.

El objetivo de mediano plazo es poder recuperar unos 155 mil empleos industriales, el máximo registrado en 2013, pero no necesariamente en los mismos puestos ni mismos sectores. Esta vez, la escasez de divisas hace más urgente que se priorice la inversión en sectores que dinamicen las exportaciones y prioricen el uso de insumos nacionales.

En este sentido, funcionarios nacionales como Ariel Sethman destacan el giro que tuvieron los patentamientos de vehículos que pasaron de ser en un 28% nacionales a 50% de industria nacional entre 2019 y 2021.

El hecho de que la actividad automotriz esté por encima en nivel de producción respecto de 2019 se refleja en las terminales con mayor nivel de empleo, pero también tira de toda una cadena de proveedores una vez que se duplica el componente nacional de los autos que se destinan al mercado interno.

En general, fuentes del sector, le apuntan a la sumatoria de cuatro fenómenos transversales a todos los sectores que volvieron a trabajar para que en su conjunto en sector esté mejor que en 2019: una recuperación en el consumo de bienes durables que venían postergados -como algunos de la línea blanca y calzado- que vuelven a incorporar empleados; el hecho de estar trabajando con restricciones para la salida de trabajadores y altos niveles de bajas transitorias, lo que hace que se reemplacen los trabajadores con licencias por suplentes con nuevas contrataciones. A la vez, destacan el «Compre argentino», la orientación mercadointernista de la producción por la escasez de divisas que obliga a priorizar proveedores locales; y, además, la baja relativa de la tasa real de interés.

«Si bien los niveles de créditos están bajos a nivel macro, la tasa de interés en 2019 era prohibitiva y hoy es alta pero no condiciona el flujo operativo», explicó a este medio un analista de la UIA.

Por lo pronto, desde 2020 no hay actualizaciones de los datos de empleo discriminados por rama de industria que permitan hacer un seguimiento de las cadenas más dinámicas. Los últimos del Ministerio de Trabajo apuntan a un comportamiento dispar al interior del universo pyme: mientras que las medianas empresas (50 a 199 empleados) a mayo mostraban un incremento interanual del 0,4% en sus dotaciones de empleados, las chicas (con 10 a 49 empleados) mostraban una caída del 1,6%. «Esta información debe considerarse con reservas ya que mayo de 2020 registra un nivel muy bajo de empleo por el impacto de la pandemia en el mercado de trabajo formal», aclararon desde Trabajo.

Lo que es certero es que para el último trimestre de este año, las empresas relevadas por el Indec adelantaron que son más las que tienen intenciones de contar con más personal que el año pasado que las que proyectan trabajar con menos empleados. Así, para lo que resta del 2021, el gobierno confía que los datos de producción industrial se contagien a los de empleo.

Fuente ( La política online)

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