El diputado bolsonarista Ricardo Claudio Miranda afirmó ante en la Cámara alta que se reunió con el presidente en su residencia para ponerlo al tanto de irregularidades en la compra de las vacunas y, pese a la promesa de este de dar participación a la Policía Federal, finalmente no tomó ninguna medida.
Está en cuestión un contrato gigantesco de unos 300 millones de dólares con el laboratorio indio Bharat Biotech.
“Hay 22 ministerios, no puedo saber qué pasa en cada uno. Tengo confianza en los ministros, no hicimos nada equivocado”, añadió Bolsonaro, enmendando en parte lo que fue interpretado como un intento de derivar en sus funcionarios un eventual agravamiento de la investigación.
El ultraderechista cuestionó a los miembros de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado que evalúa su manejo de la pandemia, a quienes acusó de actuar con intencionalidad política.
“Ahora los tipos montan la narrativa de que la vacuna fisura al Gobierno de Bolsonaro debido a la corrupción”, declaró, sin dar cuenta de que la denuncia creció tras la declaración de un legislador aliado de su administración.
Las explicaciones oficiales buscan evitar un deterioro mayor al ya registrado de la imagen del Gobierno (ver nota aparte), el que puede resultar clave de cara a la elección de octubre del año que viene, en la que Bolsonaro tiene previsto buscar su reelección. El de la corrupción es un tema sensible para él debido a que es el que usó en la campaña de 2018 para diferenciarse de la clase política tradicional, salpicada ampliamente por el escándalo de Petrobras, y en especial del Partido de los Trabajadores de Luiz Inácio Lula da Silva. Para el mandatario, una mácula en ese sentido afectaría la narrativa de que su Gobierno está, como ha dicho, “libre de corrupción”.
Pese a su reacción, la senadora Simone Tebet ya salió a proponer una ampliación de la investigación de la CPI a los delitos que se denuncian en torno a la compra de 20 millones de vacunas indias contra el nuevo coronavirus.
“La CPI tiene que bucear profundamente en las investigaciones de las denuncias de gravísimos delitos, así como lo digo, en plural, cometidos en la compra de vacunas”, señaló.
Tebet tuvo un rol protagónico el viernes durante la comparecencia en la CPI del diputado Miranda y de su hermano, Luis Ricardo Miranda, funcionario del Departamento de Importaciones del Ministerio de Salud.
Ambos denunciaron que el pacto con Covaxin fue sobrefacturado en beneficio de una empresa intermediaria llamada Precisa Medicamentos, que es investigada por la Justicia en otros supuestos hechos de corrupción.
Según la denuncia de los hermanos Miranda, el Ministerio de Salud, entonces bajo el mando del general Eduardo Pazuello, realizó “presiones atípicas y excesivas”, con llamados de sus superiores a toda hora, para acelerar el pago anticipado de 45 millones de dólares pese a que la vacuna Covaxin aún no tenía la aprobación del organismo regulador brasileño. Por esa razón, Luis Ricardo Miranda se negó a autorizar el anticipo.
En las negociaciones, añadieron, participó directamente Bolsonaro, quien se comunicó con el primer ministro indio, Narendra Modi, para acelerar el convenio.
Las gestiones con Covaxin demoraron la mitad del tiempo que insumieron las realizadas para la compra de vacunas Pfizer y Coronavac, pero el ruido que generaron llevó al Gobierno a dejarlas sin efecto.
Pese a su autodefensa, Bolsonaro habría reconocido que el jefe del bloque de diputados oficialistas, Ricardo Barros, pudo haber estado involucrado en la conversación ocurrida el 20 de marzo en su residencia de Brasilia. El diputado Miranda insinuó que grabó esa charla le recomendó al mandatario que no desmienta lo hablado.
“Me van a perseguir. Ya lo perdí todo. Sé lo que me va a pasar”, dijo el diputado Miranda en la dramática sesión, a la que llegó con chaleco antibalas.
Analistas resaltaron el carácter extraño de esa operación dado que Bolsonaro, quien regularmente se burla de los consejos de los expertos sobre la pandemia, había rechazado anteriormente ofertas de vacunas más baratas y efectivas.
La acusación desató una tormenta que domina desde el fin de semana la agenda política. La oposición de izquierda convocó protestas para este miércoles y para el sábado a fin de reclamar el juicio político para el jefe de Estado.
Fuente: www.ambito.com
