El aterrizaje tuvo lugar en una zona del planeta rojo denominada «Utopia Planitia», una vasta planicie situada en el hemisferio norte de Marte.
El aparato tiene un peso de más de 200 kg y está equipado con cuatro paneles solares para su alimentación eléctrica, y pretende estar operativo durante tres meses.
También posee cámaras, un radar y láser que le permitirán estudiar el entorno y analizar la composición de las rocas marcianas.
Su nombre fue elegido tras un sondeo en línea y hace referencia al dios del Fuego en la mitología china, en lo que es un simbolismo justificado por la apelación china de Marte: «huoxing», literalmente, «el planeta de fuego».
Se trata de un día histórico para ese país y para los avances en la exploración del astro debido a que en el pasado europeas, soviéticas y estadounidenses fracasaron en sus misiones.
China ya había intentado enviar una sonda a Marte en 2011 en una misión conjunta con Rusia, pero el intento no obtuvo resultados favorables y el Gobierno decidió desasociarse y continuar por su cuenta.
Con ese objetivo, lanzaron a finales de julio de 2020 desde la Tierra su misión no tripulada «Tianwen-1», por el nombre de la sonda enviada al espacio.
Esta está integrada por tres elementos: una sonda orbital (que gira alrededor del astro), un módulo de aterrizaje (que se posó en Marte) y a bordo el robot teleguiado «Zhurong».
China’s Zhurong vs. NASA’s Perseverance: Rover Tech in Mars Space Race | WSJ
Fuente: www.ambito.com