El Gobierno de Javier Milei formalizó el reemplazo de Florencia Misrahi por Juan Pazo en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (exAFIP) mediante el Decreto 1078/2024, publicado en el Boletín Oficial. El documento, firmado por el presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo, detalla los motivos de la decisión y marca un nuevo rumbo en la gestión.
Según el Decreto 1078/2024, Florencia Misrahi fue removida de su cargo por haberse «apartado de uno de los ejes centrales de este gobierno, que es la simplificación del régimen tributario». El documento también aclara que cualquier titular del organismo puede ser destituido en caso de «incumplimiento sustancial del Plan de Gestión Anual», motivo que, según el Gobierno, se cumplió en el caso de Mirashi.
En reemplazo, se designó a Juan Alberto Pazo para completar el período legal de cuatro años. El decreto señala que Pazo «reúne las condiciones necesarias para el desempeño del cargo». Previamente, Pazo presentó su renuncia como Secretario de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía, la cual fue aceptada para permitir su nombramiento en este nuevo rol.
Los verdaderos motivos del despido
Según pudo conocer Ámbito, uno de los motivos que tensionaron la conducción de Mizrahi frente al organismo fue la imposición de un impuesto a influencers y streamers, que debían comenzar a tributar por sus actividades económicas, tanto por la provisión de servicios de comunicación y publicidad como por la creación de contenidos en plataformas digitales. El régimen, que fue oficializado esta semana a través de una resolución de ARCA, alcanzaba también los canjes.
Pero también hubo otras razones. La decisión se tomó, de forma intempestiva, el sábado al mediodía. Pujaron por su reemplazo dos Caputos: Santiago Caputo propiciaba el desembarco de Andrés Vázquez, flamante titular de la DGI cuando la AFIP mutó en ARCA. El Ministro de Economía Luis “Toto” Caputo terminó imponiendo a quien fuera su virtual segundo en el Mecon, Juan Pazo. Hace dos días, había sido designado como secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería tras estar en la Secretaría de Coordinación de Producción del Ministerio de Caputo.
La renuncia de Misrahi comparte otro dato imposible de soslayar: venía resistiendo desde adentro la poda de salario que se ordenó desde el Ejecutivo hace dos meses y medio. Su recibo permanece bajo siete llaves, pero continuó cobrando los aproximadamente 32 millones de pesos que la remuneraban como titular la AFIP, ahora ARCA, uno de los motivos que generaron cortocircuito con la Casa Rosada y especialmente con Economía. El Administrador Federal o Director –como es ahora el cargo- es quien debe definir, en términos administrativos, el monto de su propia remuneración.
Fuente: Ámbito Financiero