El licenciado, sociólogo y politólogo Nahuel Baridón trazó un diagnóstico inquietante sobre la coyuntura política argentina. Lo definió en diálogo con Debate Abierto como un fenómeno “atípico y volátil”, marcado por el ascenso meteórico de Javier Milei a la presidencia y su posterior pérdida acelerada de popularidad.
Según sus mediciones, en Entre Ríos la imagen positiva del mandatario cayó 8 puntos en los últimos dos meses, ubicándose en apenas un 29%. El dato no es menor: arrastra consigo a la alianza provincial encabezada por el gobernador Rogelio Frigerio, que pasa de una ventaja de 15 puntos a un escenario de paridad electoral.
Baridón subraya que la llegada de Milei al poder sin partido ni estructura política es un hecho inédito en la historia reciente del país. “Este ascenso fue meteórico en solo dos años, y se explica en gran parte por la enorme decepción generada por las gestiones previas de Mauricio Macri y Alberto Fernández”, señaló.
Pero la velocidad del ascenso parece replicarse en la caída. El politólogo advierte que el desgaste presidencial se profundiza por una serie de golpes que el Gobierno Nacional no ha logrado contener: desde las denuncias por irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), hasta los audios que involucran a Karina Milei, pasando por el caso de corrupción que salpica a José Luis Espert y los magros resultados electorales en la provincia de Buenos Aires.
Para Baridón, el factor decisivo es la economía. “No hay indicadores positivos en lo social. La gente sufre el aumento de la canasta básica, los alquileres y la nafta. Lo que le preocupa al ciudadano de a pie es si el dinero le alcanza para llegar a fin de mes o comprar medicamentos”, explicó.
Este deterioro económico impacta directamente en el perfil del votante. Mientras que en 2023 Milei cosechaba apoyo transversal, hoy su base se reduce a sectores de clase media alta. “Los más humildes y trabajadores, que son los que más sufren, ya se alejaron”, advirtió Baridón.
Entre Ríos: caída de imagen y alta indecisión
En Entre Ríos, el panorama es de paridad total. La imagen positiva del presidente cayó 8 puntos en dos meses, y el nivel de indecisos ronda el 25%. Según Baridón, muchos de estos votantes provienen de sectores tradicionalmente no peronistas que apoyaron a Milei y ahora se sienten desorientados.
Este cambio de humor social afecta directamente a la alianza provincial (ALLA). “Frigerio selló su acuerdo con La Libertad Avanza cuando el gobierno nacional estaba fuerte. Pero la caída de Milei arrastró todo”, explicó el politólogo.
Al analizar el estilo de liderazgo presidencial, Baridón lo ubica en la “ética de la convicción” de Max Weber: un idealista que actúa según sus creencias sin medir las consecuencias. “Eso hace muy difícil que esté dispuesto a cambiar el rumbo”, sostuvo.
Además, remarcó la debilidad estructural del gobierno: sin gobernadores ni mayoría parlamentaria, una derrota legislativa podría ser difícil de sobrellevar. “El gobierno de Milei es muy débil a nivel político”, concluyó.