05-10-2025 12:51 pm
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«Creo que es un resumen de la historia argentina el pedir un crédito para pagar los anteriores»

El Licenciado en Economía Juan Scotta analizó en Simplemente Inocente la reciente crisis cambiaria y el consecuente «salvataje financiero» al que tuvo que recurrir el gobierno argentino. El economista advirtió que la búsqueda desesperada de dólares es un síntoma de un problema crónico de deuda que ha llevado al país a tener que «pedir un crédito para para pagar los anteriores».

La crisis cambiaria y la presión del mercado

Scotta explicó que la necesidad de un rescate se detonó tras una crisis cambiaria que forzó al Banco Central (BCRA) a intervenir masivamente. Argentina, que opera con un sistema de bandas de fluctuación cambiaria, llegó al techo de cotización. Esto obligó al BCRA a vender cerca de 1.100 millones de dólares en solo tres días (miércoles, jueves y viernes de la semana pasada).

El ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, había prometido sostener ese techo de la banda, afirmando que vendería «hasta el último dólar». Sin embargo, esta promesa le jugó en contra, ya que el mercado se dispuso a «probar» la capacidad del BCRA para sostener el precio, puesto que los actores económicos consideraban que el precio real del dólar debería ser «mucho más elevado».

Esta situación se agravó por la presión política y el temor a la inestabilidad. Scotta señaló que el mercado «se asusta con el fantasma del del regreso del peronismo con el regreso del kirchnerismo». Esto se reflejó en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo obtuvo una diferencia de 14 puntos, lo que llevó a los acreedores a soltar bonos y «refugiarse en el dólar».

El salvataje de EE. UU. y sus herramientas

Ante la inminente amenaza de quedarse sin reservas, el gobierno se vio obligado a aceptar un salvataje financiero ofrecido directamente por Donald Trump. Esta asistencia financiera se compone de varias herramientas:

  1. Fondo de Estabilización Cambiaria: Manejado por el presidente y el Tesoro de Estados Unidos. Este fondo tiene una disposición para prestar hasta 20.000 millones de dólares, aunque el importe final que recibirá Argentina no se sabía con certeza al momento de la entrevista.
  2. Swap entre Bancos Centrales: Un acuerdo entre la Reserva Federal de EE. UU. y el Banco Central argentino, también estimado en unos 20.000 millones de dólares. La finalidad de este acuerdo es facilitar el comercio exterior entre ambos países, evitando el uso de las reservas que ya están en niveles bajos.
    El economista recordó que estos fondos han sido utilizados anteriormente en Latinoamérica, mencionando ejemplos como Brasil, Uruguay (en la crisis de 2002), y México (en 1995, durante el «Efecto Tequila»).

La controversia de la deuda: ¿es dinero prestado?

A pesar de que desde el oficialismo se intenta sostener que estas maniobras no implican una nueva toma de deuda, el Licenciado Scotta fue contundente: «El swap genera deuda ya el momento de que vos tenés que pagar intereses por ese por ese dinero».

Scotta enfatizó que, aunque los libros contables puedan tratar de «dibujarlo» o «esconderlo», la realidad es que «es plata que tarde o temprano son dólares que Argentina tiene que terminar devolviendo».

Este endeudamiento crónico forma parte de la historia argentina. El primer empréstito solicitado por el país (Baring Brothers) tardó 100 años en devolverse, y la nación ha dejado de pagar o ha refinanciado su deuda alrededor de 14 veces.

El objetivo del gobierno: anclar la inflación

La desesperación por conseguir dólares obedece a la necesidad de sostener a toda costa el tipo de cambio. El gobierno de Javier Milei utiliza el mantenimiento del dólar «atrasado» como una de sus «anclas» principales, junto con el déficit cero y la motosierra (ajuste). El objetivo final es bajar la inflación, ya que una disparada del valor del dólar impactaría directamente en el nivel de precios y el consumo.

Sin embargo, el resultado final de este rescate dependerá de su uso. Si los dólares solo se usan para «mantener el tipo de cambio planchado» con miras a las elecciones de octubre, facilitando el «carry trade» y la «bicicleta financiera», será «lo mismo de siempre». Si, en cambio, se utilizan para fortalecer las reservas y pagar los vencimientos de deuda, podrían ayudar a «surfear esta situación y acomodarla de a poco».

Finalmente, Scotta mencionó que una de las mayores dificultades es la falta de una hoja de ruta clara. El plan económico del gobierno es «difícil de interpretar o de ver», con un trabajo que parece ser más «improvisado», resolviendo sobre la marcha. El economista sugirió que las elecciones podrían ser una oportunidad para que el gobierno «se rearme, se reagrupe» y presente un plan más definido.

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