Nelson Castro (*)
Nosotros siempre decimos: en Argentina no hay año nuevo, no hay Navidad, no hay fin de semana, no hay descanso. Así que tuvimos todo el episodio del Congreso.
El discurso del presidente y el escándalo Caputo-Manes
Para mí, el discurso del presidente fue pobre desde el punto de vista de lo que representa la gestión de gobierno. Pero más allá de eso, lo que generó ruido fue el episodio Caputo-Manes, que representa una conducta reprobable.
Más allá de que claramente no existió una trompada —una «piña», para ponerlo en términos de la calle— sí existió una agresión.
Es notable cómo aparece la mentira en el discurso del presidente, tanto el sábado como en la entrevista con Luis Majul. Este es un punto muy delicado y tiene varios aspectos.
Uno de ellos es el caso Manes. Cuando el presidente dice que en el video «se ve claramente que Facundo Manes fue y le bloqueó el paso a Caputo», es exactamente al revés. Cuando se ve la cámara de seguridad del Congreso, se observa que Manes estaba pasando por allí y que Caputo lo increpa.
Repito, no hubo una piña, el que le pone una mano encima es Frank Fijap, pero la situación fue violenta.
Los cruces entre Milei y Manes en la sesión fueron parte de las chicanas políticas, que existen en todo el mundo. Pero lo de Caputo fue un episodio de patoterismo, de barra brava.
Esto es importante porque marca un estilo de poder.
Las amenazas del presidente a la prensa
En la entrevista con Luis Majul, Milei dijo:
«Tengo traqueados a todos los periodistas y voy a ir contra ellos».
Esto es una amenaza y se enmarca en una línea similar a lo que está pasando con Donald Trump en Estados Unidos. Es una actitud absolutamente criticable y repudiable.
El presidente tiene todo el derecho de criticarnos, de debatirnos y de contestar lo que decimos. Lo que no tiene derecho es a decir «voy a ir contra ellos».
Esto lo hacía el kirchnerismo, y nosotros lo criticamos en su momento. Hoy lo hace Milei, y lo criticamos de la misma manera.
Hay una obsesión del poder con silenciar a los periodistas críticos, creyendo que así cambia la realidad. Pero la realidad no la definen los periodistas, la realidad es la que es.
En 2011, con todas las críticas que se le hacían a Cristina Fernández de Kirchner, ganó con el 54% de los votos. Las sociedades van por caminos diferentes y no porque un presidente ataque a la prensa va a cambiar lo que la gente percibe en su día a día.
El Criptogate y la conexión con Milei
Cuando el presidente dice:
«A la gente no le interesa el Criptogate»,
Es cierto que hoy en las encuestas no tiene impacto. Pero eso no significa que no sea grave ni que nosotros no tengamos que investigarlo.
The Wall Street Journal publicó información que señala que Hayden Davis, el empresario cripto detrás de $LIBRA, tuvo contacto con Milei.
Un funcionario cercano a Trump habría advertido al gobierno argentino que Milei podría ser investigado en EE.UU. porque hubo mucha gente que perdió mucho dinero con esta estafa.
El artículo de Hugo Alconada Mon revela los vínculos entre Hayden Mark Davis y Milei, y las acciones conjuntas que realizaron.
¿Hay evidencia de que el presidente se enriqueció con esto? No. Pero decir que el caso no existe o que no es grave es mentir.
Hoy no impacta electoralmente, pero eso no significa que no deba investigarse.
El escándalo de la Corte Suprema: Lijo y García-Mansilla
Lo mismo sucede con la designación de jueces por decreto.
Cuando en octubre se vote, el factor determinante será la economía. Pero eso no significa que la designación de jueces por decreto no sea un hecho institucional grave.
Si Milei designa por decreto a Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo, estos duran un año en el cargo. Pero al año puede volver a nombrarlos por decreto indefinidamente.
Esto representa un problema institucional serio.
Si el kirchnerismo hubiera hecho esto, todos lo habríamos criticado fuertemente, incluyendo Milei y sus ministros.
Entonces, es grave y hay que señalarlo.
El mensaje oculto en la transmisión del acto
Otro punto importante. La transmisión del discurso presidencial mostró a la vicepresidenta Villarruel decapitada.
Esto no es un dato menor.
Además, cuando ocurrió el cruce con Manes, en la transmisión no se mostró nada. Se enfocó solo en Milei y luego en una panorámica con las bancas vacías de la oposición.
Esto no fue casual. Forma parte de una estrategia comunicacional destinada a construir una realidad paralela.
Un discurso vacío de anuncios concretos
El discurso de Milei, dicho sea de paso, fue pobre.
No hubo anuncios de gestión, salvo el tema del Fondo Monetario Internacional y alguna mención aislada.
Fue un acto de lanzamiento de campaña, más que un mensaje de gestión. Y eso muestra que el Congreso este año va a funcionar aún menos de lo que ya funciona.
Cuando el presidente dice:
«Los medios no reconocen lo que hemos logrado»,
Hay que aclararlo. Reconocemos lo que se ha hecho bien. Pero también marcamos lo que está mal.
El valor de la República
La vida republicana tiene un valor.
Hoy, para mucha gente, puede parecer un valor depreciado. Pero nuestro trabajo es señalar su importancia.
El creerse dueño de la verdad absoluta y despreciar al otro es uno de los males del poder.
El presidente tiene todo el derecho de criticar a la prensa y de señalar errores. Pero eso no lo autoriza a despreciar ni a atacar al otro.
Las cifras de pobreza que dio Milei no son reales.
Cuando el presidente dice que alguien que gana 102 mil pesos ya no es pobre, eso es una fantasía. Es tan pobre como cuando ganaba 99 mil.
Que no haya piquetes, ¿significa que hay menos pobres? No.
El Criptogate, la manipulación de la información y los ataques a la prensa son hechos graves.
El espectáculo del sábado puede haber sido para el pochoclo, pero cuando decimos «hay pochoclo», es porque hay cosas tristes para la República.
Y la República es lo que garantiza nuestras libertades.
Opinión de Nelsón Castro en NA